"AVANZANDO UNIDOS HACIA LA EXCELENCIA"
AÑO 2013
"AVANZANDO UNIDOS HACIA LA EXCELENCIA
TALLER 2
TALLER 2
“VIRTUDES MORALES”
Grado Noveno
ESTANDAR: Comprendo a través de las acciones la dimensión
ética y religiosa del ser humano
PROPOSITO: Construir un compromiso
personal con la moral y la ética, edificada desde la autonomía, los valores y
principios universales y el estudio de la doctrina del evangelio, para
fortalecer su dimensión espiritual trascendente e incremente su amor por los
demás.
OBJETIVO: Ejercitar las
virtudes morales en la vida ordinaria: estudio, trabajo, vida de familia,
amistades.
Pregunta problematizadora
¿Cuál
cree Usted que es la virtud moral más difícil de adquirir: la prudencia, la
justicia, la fortaleza o la templanza?
1. Reflexión sobre la virtudes
2. Observación de video sobre las virtudes morales.
3. Leo la siguiente lectura.
Los filósofos anteriores al
cristianismo hablaban de la virtud perfecta para calificar la manera noble y
acabada del ser humano; pero se movían en un ámbito puramente natural. La
Iglesia habla además de virtudes sobrenaturales, que Dios comunica
graciosamente al hombre y que, cuando se viven en plenitud, conforman la
santidad. En la proclamación de los santos no hace otra cosa que investigar y
sancionar que en aquella vida hay pruebas de que ha practicado, en grado
heroico, las virtudes teologales de la fe, esperanza y caridad, así como las
virtudes cardinales de la prudencia, justicia, templanza y fortaleza, con las
virtudes anejas.
La virtud -y las
obras virtuosas- es lo que da el toque de perfección en el ser y en el obrar de
la naturaleza humana; sobre todo si el ser natural viene elevado y ennoblecido
por las virtudes sobrenaturales, ya que "la gracia no destruye la
naturaleza sino que la perfecciona".
1. Qué es la virtud
Se dice que la naturaleza
es principio radical de operaciones; la naturaleza, pues, no es operativa en
cuanto tal, sino que lo hace mediante las potencias u órganos cuando es
naturaleza corpórea: vemos con los ojos, oímos con los oídos, conocemos con la
inteligencia. Si se ejercitan las potencias y órganos adquieren formas estables
de actuación o hábitos operativos, que, si son buenos, se llaman virtudes; si
malos, vicios. La virtud, por tanto, es una cualidad buena, que perfecciona de
modo habitual las potencias, inclinando al hombre a obrar el bien.
2. Las virtudes morales
Las virtudes más
excelentes son las virtudes teologales, que se refieren
directamente a Dios; pero también son importantes las virtudes morales,
que perfeccionan el comportamiento del individuo en los medios que conducen a
Dios. Si pensamos en el modo de adquirirlas, unas son virtudes naturales o
adquiridas, si se alcanzan con las fuerzas de la naturaleza; otras, sobrenaturales,
si las concede Dios de modo gratuito. Las virtudes teologales siempre son
sobrenaturales o infusas; las morales pueden ser adquiridas o infundidas por
Dios.
El hombre puede
realizar actos buenos con las fuerzas naturales, adquiriendo virtudes.
Por ejemplo: la sinceridad, la laboriosidad, la discreción, la lealtad... Las
principales virtudes morales -llamadas también cardinales porque
son como el quicio o fundamento de las demás- son la
prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza.
La prudencia es
la virtud que dispone la razón práctica para discernir -en toda circunstancia-
nuestro verdadero bien, eligiendo los medios justos para realizarlo.
La justicia es
la virtud que nos inclina a dar a Dios y al prójimo lo que les es debido, tanto
individual como socialmente.
La fortaleza es
la virtud que en medio de las dificultades asegura la firmeza y constancia para
practicar el bien.
La templanza es
la virtud que refrena el apetito de los placeres sensibles e impone moderación
en el uso de los bienes creados.
Además de las
virtudes cardinales, el hombre debe practicar las otras virtudes morales,
especialmente la religión, la humildad, la obediencia, la alegría, la
paciencia, la penitencia y la castidad.
3. Virtudes naturales y gracia
sobrenatural
A veces es difícil vivir
las virtudes naturales porque después del pecado original el hombre está
desordenado y siente la inclinación al pecado; pero Dios concede la gracia que
las purifica y potencia elevándolas al orden sobrenatural, para que nos ayuden
a obtener el fin al que estamos llamados: la eterna bienaventuranza, el cielo.
Entonces las virtudes, sin dejar de ser naturales, son también sobrenaturales.
Con la ayuda de
Dios, las virtudes naturales forjan el carácter y dan soltura en la práctica
del bien. El hombre es feliz al practicar la virtud.
4. Las virtudes teologales
Estando el hombre elevado
al orden sobrenatural, las virtudes naturales por sí solas no bastan, aunque
son necesarias; y Dios concede al cristiano las virtudes teologales en el
momento del bautismo, junto con la gracia.
Las virtudes
teologales son fe, esperanza y caridad.
La fe es una
virtud sobrenatural por la que -apoyados en la autoridad de Dios- creemos las
verdades que ha revelado y la Iglesia nos enseña.
La esperanza es
una virtud sobrenatural por la que confiamos en que Dios nos dará la gloria
mediante su gracia y nuestra correspondencia.
La caridad es
una virtud sobrenatural por la que amamos a Dios sobre todas las cosas -por ser
quien es- y a nosotros y al prójimo por amor de Dios.
5. Dones y frutos del Espíritu Santo
El edificio sobrenatural
se corona con los dones y frutos del Espíritu Santo. Los dones son
perfecciones sobrenaturales que Dios infunde para facilitar el ejercicio de las
virtudes, haciéndonos dóciles a los impulsos del Espíritu Santo. Son siete:
sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.
Además de los dones
-y como anticipo de la gloria- se enumeran doce frutos del
Espíritu Santo: caridad, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad,
longanimidad, mansedumbre, fe, modestia, continencia y castidad.
6. La caridad, virtud suprema
La caridad es la virtud
más excelente de todas por ser la primera de las teologales, que son las
virtudes supremas. Cuando se viven de verdad, todas las virtudes están animadas
e inspiradas por la caridad. Como dice San Pablo, la caridad es "vínculo
de perfección" (Colosenses 3,14), la forma de todas las virtudes.
7. Crecer en las virtudes
El cristiano que intenta
vivir una vida según Dios, cuenta con la gracia divina y las virtudes, es
decir, con todos los medios para conseguir el fin al que Dios le llama. En
consecuencia, con la ayuda de Dios y el esfuerzo propio ha de ir creciendo en
la virtud. Dios nunca abandona, y basta que luchemos para hacer el bien y vivir
la caridad -sobre todo- que, como hemos dicho, consiste en amar a Dios con toda
el alma y a nosotros y al prójimo por amor de Dios.
4.
Hago una sopas de letras sobre la términos de la lectura anterior
y la comparto con alguno de mis compañero para que la resuelva.
5.
Respondo las siguientes preguntas en mi cuaderno-
a)
¿Qué es la virtud?
b)
Explica las cuatro virtudes morales.
c)
¿Cuáles son las virtudes teologales?
d)
Escribe los dones y los frutos del Espíritu Santo.
e)
¿Cuál es la virtud suprema?
f)
Cuáles son las
principales virtudes morales?
g)
¿Cómo crecen
las virtudes morales?
h)
¿Qué son los
dones del Espíritu Santo?
i)
¿Cuáles son
los dones del Espíritu Santo?
j)
¿Cuáles son
los frutos del Espíritu Santo?
k) ¿Cuál
es el propósito de vida cristiana?.
6.
Puesta en común. Varios alumnos o alumnas leen sus respuestas.
ANEXO VIDEOS
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